Mi Villano Favorito 4 - Despicable Me 4

Reseña de Mi Villano Favorito 4: Encanto para los más pequeños, incomodidad para los adultos

Mi Villano Favorito 4 comienza ahora un nuevo capítulo de la franquicia en el que Gru y Lucy, y sus hijas -Margo, Edith y Agnes- dan la bienvenida a un nuevo miembro de la familia, Gru Jr., que se empeña en atormentar a su padre. Mientras, Gru se enfrenta a nuevos némesis, Maxime Le Mal y su novia Valentina, por lo cual la familia se ve obligada a huir.

Partiendo por las bondades que ofrece esta nueva entrega, precisamente es la animación lo que la mantiene a flote. Siempre colorida, preocupada a tal punto de los detalles que a pesar de que las formas de sus personajes y escenarios son exageradas y estrambóticas, sus texturas hacen que se sientan muy reales.

Y claro, esos detalles no serían nada sin el gran diseño de personajes que ha instalado la saga. Su formas, su paleta cromática, los marcados perfiles para cada personaje al punto de que puedas distinguir a algunos minions en medio de la mole amarilla; sin duda, son un tremendo logro.

Lamentablemente, las películas de Mi Villano Favorito desde el principio se han caracterizado por ser una especie de recopilación de gags, con una historia principal débil. Así, puede que los momentos de chiste funcionen muy bien para sacar un par de risas, pero en general no existe mucho tejido conectivo que sustente una hora y media de película.

Quizás la primera entrega es la que más se salva, pero esta cuarta entrega no es la excepción en el triste esquema antes mencionado. La trama carece de fuerza e intensidad, y por momentos toma decisiones completamente incomprensibles. Un ejemplo: tras presentar de manera rimbombante al villano principal Maxime Le Mal, para dar cuenta de que será el nuevo gran obstáculo en el camino de Gru, este desaparece de la pantalla prácticamente un tercio de la película.

Durante su ausencia, se intenta establecer a otros antagonistas, algunos improbables y otros sin sentido, pero tampoco encajan del todo con la línea argumental principal o si quiera aportan a ella.

El guión es inestable al punto de que si se extirpan ciertas extensas secuencias del corte final no se echarían de menos o afectaría el desarrollo de la película. Hay toda una escena con un tejón que lo que propone es levantar el ánimo de Gru en su faceta maléfica, además estrechar el vínculo con su hijo bebé que lo odia; pero se siente completamente fuera de lugar. Esto último sobre todo porque el personaje es empujado a esa situación por una figura cuya aparición parece más bien gratuita.

Por otro lado, hay pasajes en que la película intenta algunas de sus payasadas, pero no hay caso, no es graciosa. Sino que se pliega más bien con la mismísima crítica que le hacen sus superiores a Gru: tiene una capacidad incomparable para hacer sentir incómodo a quienes lo rodean. Se suma lo de los Mega Minions, un triste intento por sacar una tajada del éxito de las películas de superhéroes que conduce a poco y nada.

Por eso, si uno hiciera una disección de la película, para después publicar los distintos gags como contenidos independientes en TikTok, probablemente funcionaría mucho mejor como material de fácil digestión y potencial viral, antes que como el largometraje que es hoy.

No hay que confundirse, más allá de que Mi Villano Favorito 4 no sea una película con los elementos suficientes para merecer halagos, al público masivo le encantará y muy probablemente se convertirá en un éxito de taquilla. Probablemente desatará las pasiones sobre todo en los niños más pequeños, con las jugarretas de los Minions y una que otra secuencia de alta carga cinética para el ojo. Pero a los padres que puedan ver más allá de lo que obnubila la retina, la única recomendación que queda es: paciencia.

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