The Boys, Temporada 4

Reseña The Boys, Temporada 4: Sin temor a disparar contra los verdaderos villanos

En la cuarta temporada, el mundo está en peligro. Victoria Neuman está más cerca que nunca de la Oficina Oval, bajo el control de Homelander, que está fortaleciendo su poder. Butcher, a quien solo le quedan unos meses de vida, ha perdido al hijo de Becca y su rol como líder de The Boys. El resto del equipo está harto de sus mentiras. Con el peligro, que cada vez es más grande, ellos deben encontrar la forma de trabajar juntos y salvar el mundo antes que sea demasiado tarde.

No hay doble estándar con The Boys. Este siempre fue su discurso, uno que por cierto ha mantenido coherente desde el primer capítulo. Lo que pasa es que el target de la burla principal, los fascistas, ahora se vieron explícitamente reflejados en la serie como los villanos y se sintieron tan dolidos que le fueron a hacer un review bombing a la serie que finalmente no arrojó muchos resultados.

Probablemente antes no habían entendido del todo el mensaje que, así como en el cómic de Garth Ennis y Darick Robertson, en pantalla siempre fue el mismo: una sátira política sobre la ambición de poder, el control de masas en base a mentiras y la manipulación de los medios, además de la figura del superhéroe como el alzamiento de un fascismo desenfrenado que reina bajo la instauración del miedo.

Pero la crítica nunca había sido tan directa como ahora. A pesar incluso de la superheroína nazi que ya habíamos tenido en la adaptación. Porque, sin embargo, este retrato del fascismo alemán parecía muy lejano para el fascismo actual, por lo que a pesar de que aquellos individuos indiscutidamente se seguían identificando con figuras como ella o con el sociópata Homelander, aún no veían claramente ante sus ojos que los dardos de la gran producción de Prime Video era contra ellos.

Ahora el equipo de Butcher los identifica como “patriotas”. Buscando a los enemigos asisten a una convención conspiranoica habitada por estos sujetos y una de las nuevas integrantes de Los 7 es precisamente una comunicadora de extrema derecha, que a través de medios alternativos, alimenta a la población con fake news para crear una red de odio generalizado.

Lo hermoso es que la serie no propone todo esto desde un podio, para hablarle al público mirándolo desde un punto privilegiado, con tono altanero. No. Mantiene su exitosa fórmula de humor desvergonzado, violencia sin arrepentimientos y, más importante que todo, una buena historia.

Las tramas de los personajes se han diversificado para los integrantes de The Boys, algunas son más interesantes que otras, sin duda, pero complementan de manera positiva la trama principal de la lucha contra Vought y sus superhéroes. Junto con eso ha nutrido la narrativa en torno a los villanos y sobre todo la psicología de Homelander quien, siendo el ser más poderoso del mundo, es un cúmulo de inseguridades. Súmenle la especie de crisis de mitad de vida que lo acosa durante los últimos capítulos.

The Boys se ha vuelto más clara en sus palabras y representaciones, convirtiendo sus cuestionamientos más prístinos y direccionados que antes, como para que no queden dudas. Pero nunca pierde la gracia y siempre tiene a los protagonistas, héroes y villanos, contra las cuerdas al borde de un nuevo descubrimiento para complicar las cosas. Por eso, en su cuarto recorrido y de cara a un quinto que zanjará su historia, se mantiene como una sólida propuesta y una de las mejores series del momento.

Deja un comentario