Reseña de Intensamente 2: Turbulento pero encantador vaivén de emociones

Nueve años más tarde, en Intensamente 2 el orden reinante ha llegado a su fin. En la mente de la ahora adolescente Riley, el cuartel general está sufriendo una repentina demolición para hacer sitio a algo totalmente inesperado: ¡nuevas emociones! Bienvenidas Ansiedad, Envidia, Aburrimiento y Vergüenza.

El último tramo creativo de Pixar ha sido más bien inestable. Durante la pandemia entregó películas que no terminaban de convencer, algunas derechamente aburridas -sí, te hablo a ti Luca-. Pero lo entrañable y emotivo de las creaciones del estudio comenzó a retomarse con Red y Lightyear, pero por sobre todo con la maravillosa Elementos en 2023.

Así las cosas, la firma de animación decide mirar atrás y retomar uno de sus grandes éxitos de la década pasada y explorar nuevos horizontes. Y si bien Intensamente 2 carece de la frescura y novedad de la original, cuenta con un arsenal suficiente para alzarse como digna secuela en un mundo cinematográfico que no siempre acierta cuando se trata de dar continuidad a exitosas historias.

La película ubica al espectador en la tormentosa mente adolescente. Un pasaje de la vida en que se perfila la personalidad, se erigen las creencias y principios, además de expandir los conocimientos.

Se trata de un cerebro en construcción en nuevos niveles. No solo en términos estructurales y cognitivos, como queda firmemente establecido en las visuales de obras en ejecución, sino que además con la entrada en escena de nuevas emociones.

Sensaciones que antes no existían llegan a causar estragos en la vida de Riley y la protagonista vive una debacle ya no por un cambio de casa sino que por abrirse a desafíos como encajar en una nueva comunidad de pares, expandir las amistades, afrontar alteraciones radicales en su rutina y intentando perecer en el intento.

Con ello se abren exploraciones mucho más complejas en torno a su comportamiento y de paso una ebullición hormonal que queda encantadoramente plasmada en la película.

Es imposible no empatizar con el caos en la mente de Riley. Todo el mundo alguna vez vivió estas experiencias y la forma en que se representan ciertos conceptos psicológicos son el mayor triunfo de Pixar en esta pasada.

Puede que existan pasajes de la película que parezcan repetitivos, porque visita lugares que ya se vieron en su antecesora; pero la trama siempre encuentra las formas precisas para darles un nuevo giro en su desarrollo.

Acompañado por un trabajo de animación de detalles absurdamente impresionantes y una siempre vivaz paleta de colores, este turbulento vaivén de emociones es pura gracia en Intesamente 2. Y, aparte de Alegría, Ansiedad -con la voz original de Maya Hawke- logra llevar el potencial de este universo hacia territorios inexplorados.

Se trata de una atractiva propuesta en la que el mensaje de la entrega original, sobre que el equilibrio de las emociones es lo que forja a las personas, se complementa muy bien con la idea de que no es necesario reprimir los sentimientos para ser alguien real en la vida.

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