Reseña: Frieren, Más allá del fin del viaje, deleite para los ojos, reflexión para el alma

En Frieren: Más allá del fin del viaje, después de derrotar al Rey Demonio, la maga elfa Frieren se enfrenta al paso del tiempo y la pérdida de sus amigos, pero una nueva aprendiz podría reconciliarla con el mundo.

Curiosamente, este es una travesía que parte después de la hazaña épica, lo que ya detona la curiosidad para saber qué tiene para ofrecer. Cuál es la nueva misión o si quiera cuál es la intención escondida aquí e ideada originalmente por el guión de Kanehito Yamada y arte Tsukasa Abe, en 2020.

La reacción más inmediata a lo que tiene para ofrecer este animé es el asombro ante la inconmensurable belleza de su estética. Las imágenes son realmente impresionantes. Las texturas y colores de los fondos, contra el dinámico movimiento de los contornos y detalles de los personajes resultan en una combinación prácticamente perfecta. Un real deleite para los ojos. A todas luces, para quienes no están familiarizados con la historia, ésta es una positiva vía de entrada al universo de lo que te van contar.

Pasando al ejercicio narrativo, Frieren: Más allá del fin del viaje se encarga de dejar claro que ésta no es una historia con la hiperventilación y frenético movimiento que caracteriza a los animés populares del momento. La trama quiere establecerse a un ritmo mucho más pausado y ajustado a lo que intenta proponer: una reflexión sobre las relaciones personales.

Se trata de una serie para todo público, pero sin duda ofrece un enfoque ciertamente más adulto al explorar las formas de empatía con el otro y la forma de establecer vínculos con quienes te rodean. Construir algo no tiene sólo que ver con que alguien se te acerque, sino con un esfuerzo propio por conocer a esa otra figura. El bloqueo de esos avances es lo que puede echar todo a perder.

El problema, como suele suceder en la realidad, es no valorar tales vínculos cuando aún puedes cultivarlos. Como humanos, nos damos cuenta de las oportunidades perdidas cuando ya no queda mucho para enmendar: tras las pérdidas, sólo queda la nostalgia. Así, Frieren: Más allá del fin del viaje se perfila como un animé tremendamente emotivo, con una protagonista que busca corregir de alguna forma sus pasos en falso.

El espectador transita por el desarrollo de los capítulos junto a una protagonista cuyas expectativas de vida exceden al resto. Cuánto puede afectar la tristeza, qué metas pudiste cumplir y qué oportunidades perdidas te siguen acechando, son otros de los factores que entran en juego. Las cosas cambiarán de perspectiva cuando su aprendiz le haga echar un vistazo a reevaluar las posibilidades de cara al futuro.

No es que esto se trate meramente de la psicología de los personajes. Eso es lo más importante, claro. Pero está rodeado de magia, en un mundo ficticio rico en paisajes y desafíos. Además de unas incipientes primeras escenas de acción y aprendizaje de hechicería que ciertamente llaman la atención y dejan pidiendo más.

Así, vistos los primeros cuatro episodios, Frieren: Más allá del fin del viaje se perfila como un animé imperdible de la temporada, con mucho potencial para crecer y tanto más en carpeta para mostrar.

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