Mi país imaginario retrata como en 2019, las protestas estallaron en las calles de Santiago, la capital de Chile. Cuando la población exigía más democracia e igualdad social en torno a la educación, la sanidad y las oportunidades laborales.

Ni ahí con la franja o las redes sociales, Mi País Imaginario es el documental que hay que ver antes del Plebiscito de Salida. Patricio Guzmán le da otra mirada a la Revuelta Social, hilando el relato con voces femeninas muy lúcidas y con frases para el recuerdo.

El ejercicio contemplativo en contrapunto con la violencia represiva y la lucha social inevitablemente te hace reflexionar sobre la Nueva Constitución. Los cambios que Chile requiere no son para el futuro inmediato, son para las próximas generaciones. Una vez que se entienda esto y se deje el individualismo egoísta de lado, explotará la magia.

Para escalofríos los aplausos espontáneos del público con las escenas de la marcha del millón o el discurso de la convencional Valentina Miranda. Mismas personas que remataron la función no sólo con aplausos, sino que también con un fuerte «Aprobar, aprobar, otra forma de luchar».

No sé si así lo imaginó Patricio Guzmán, pero lo hizo de nuevo. Su película, toda una experiencia. Nada más que decir. Vayan a verla y olviden sus dudas nimias ante lo que se viene, SERÁ HERMOSO.