Decidida a convertirse en una exitosa diseñadora de moda, una joven y creativa estafadora llamada Estella se asocia con un par de ladrones para sobrevivir en las calles de Londres. Sin embargo, cuando su talento para la moda llama la atención de la legendaria diseñadora, la Baronesa von Hellman, Estella cambia el rumbo de su vida hasta que una serie de acontecimientos la llevan a asumir su lado malvado y a convertirse en la estridente y vengativa Cruella.

Disney se libera un poco de sus aprehensiones en torno a «lo familiar», para concebir una historia de origen apasionada y perversa. Cruella tiene un espíritu suficientemente claroscuro para lucir atractiva, imponente y traviesa a la vez.

Con Emma Stone completamente apoderada del personaje, en gestos y actitudes. Además de Emma Thompson como digna adversaria, la pantalla se inunda de exquisita malicia y presencias avasalladoras. Mientras se despliega un diseño estético de magnéticas visuales.

Y si bien tiene puntos en contra, como abusar descaradamente del hit musical como banda sonora -sobre todo al apropiarse de una canción recientemente atribuida a otro villano cinematográfico-; esta es definitivamente la mejor adaptación live action que ha hecho Disney en los últimos años. Así de simple.